Coco Chanel: Icónica, libre y rebelde

Gabrielle Bonheur Chanel, mejor conocida como Coco Chanel, llegó a convertiste en una de las diseñadoras de moda más importantes gracias a su talento y sí, también a su rebeldía.

Por: Patricia Villarejo

El 19 de agosto de 1883 en Saumur, Francia, Eugénie Jeanne Devolle dio a luz en un hospital de caridad a Gabrielle Bonheur Chanel, a quien posteriormente el mundo conocería como Coco Chanel.

Aunque en la actualidad conocemos a Chanel como un sinónimo de lujo icónico, sus orígenes nos llevan a una infancia melancólica y afligida bajo la custodia de monjas y la rigurosa arquitectura de la abadía, pero es precisamente ahí donde Gabrielle comienza a convertirse en Chanel: la antítesis de los colores opuestos y la severidad de la líneas que eventualmente se convirtieron en el rasgo distintivo de sus diseños.

Una infancia complicada y los aciertos de una empresaria consumada, lograron dar vida a un personaje extraordinario: una mujer atrevida, libre y adelantada a su tiempo. Una mujer de vanguardia, pionera de un estilo de vida característico con múltiples facetas que hoy siguen siendo inspiración para todas las mujeres.

Gabrielle Chanel fue creadora de un encanto visionario atemporal y moderno libre de limitaciones.

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UNA MUJER LIBRE

Gabrielle Chanel era independiente en su vida personal y en la profesional. Aunque en un principio recibió el apoyo económico de Boy Capel, una de las parejas de la diseñadora, quien la ayudó a abrir su sombrerería en 1910 y la Boutique de Deauville en 1912, ella insistió en devolverle hasta el último centavo.

Bajo la premisa de no depender de nadie, nunca, y permanecer así costara lo que costara; ser libre e independiente fue uno de los mejores ejemplos que nos dio a las mujeres.

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UNA ARTISTA

Chanel fue mecenas, musa y a veces verdadera mentora en las artes. Diseñadora de vestuario para teatro, ballet y cine, ávida lectora y una apasionada por el arte barroco y bizantino, así como por la cultura eslava.

Apoyó económicamente a la compañía Los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev y diseñó el vestuario de su obra Le Train Bleu (El tren azul), también diseñó los trajes de las obras Antígona, Orfeo y Edipo Rey de Jean Cocteau, y apoyó obras musicales de Ígor Stravinski.

Gabrielle Chanel cedió su villa La Pausa ,durante seis meses, al pintor Salvador Dalí para que pudiera trabajar en una exposición que llevó a cabo en Nueva York en 1938. El bailarín Serge Lifar, Jacques Lipchitz y Picasso también estaban entre sus amigos cercanos, al igual que los poetas Pierre Reverdy y Max Jacob y el escritor Paul Morand, quien le dedicaría el libro The Allure of Chanel.

UNA REVOLUCIONARIA

Posiblemente la diseñadora de moda más influyente de todos los tiempos, Coco Chanel revolucionó la forma en que las mujeres usaban la ropa y abrió un nuevo camino para la moda, capitalizando los tiempos cambiantes en los que estaba viviendo y su estatus como ícono de la moda.

Cambió fundamentalmente la forma de la ropa de las mujeres, eliminando las faldas grandes y la ropa interior restrictiva. Su aspecto estilizado y sus cortes inspirados en la ropa masculina permitieron a las mujeres ser activas y restaron importancia a la forma y el estilo femeninos tradicionales, lo que significó romper la asociación de larga data de las mujeres con la frivolidad de la moda.

Su diseño se alineó con los cambios revolucionarios que ocurrieron para las mujeres durante su tiempo. Entre estos cambios destacan: La entonces reciente adquisición del derecho al voto, más mujeres jóvenes trabajaban y vivían solas en las ciudades, más mujeres practicaban deportes; Chanel creó así, el modelo para lo que aún podemos considerar un tipo moderno de mujer.

UNA DISEÑADORA

Chanel fue una de las primeras diseñadoras en tomar prestados elementos de la ropa masculina para el atuendo femenino al crear sus icónicos trajes. Compuesto por una chaqueta de lana cuadrada sin cuello con ribete trenzado, mangas ajustadas y botones metálicos adornados con una falda recta, el traje Chanel fue la elección perfecta para la mujer de la posguerra que estaba tratando de construir una carrera en un mundo laboral dominado por hombres.

Sobreponiendo la comodidad a lo estipulado por la sociedad de su tiempo, la diseñadora jugó un papel importante en la inclusión de prendas designadas, en su momento, a determinado sexo o clase social.

Aunque durante la guerra las mujeres a menudo tenían que usar pantalones cuando trabajaban en empleos tradicionalmente masculinos, es ella quien acelera su popularidad como una opción para vestir.

Algo similar sucede con las camisetas, una prenda que en ese momento estaba reservada como ropa interior masculina. Sencilla, práctica y cómoda, la tela era la antítesis total de lo que antes había sido la ropa de mujer: llamativa, excesiva y basada en un incómodo corsé.

Es difícil imaginar un mundo sin el negro como una elección de color de atuendo infalible, pero antes de Chanel, ese color estaba reservado para los funerales y las viudas. En 1926, Vogue publicó un boceto de su simple vestido negro hasta la pantorrilla y lo etiquetó como ‘Un vestido que todo el mundo usaría’.

Gabrielle Chanel además de pionera en términos de moda, lo fue como feminista al dibujar a la nueva mujer del siglo XX, gracias al pantalón y al corte de cabello, pero también a través de su propia vida y carrera, donde fue revolucionaria por el hecho de establecerse como una mujer libre, independiente y empresaria. Fue una mujer que liberó a otras mujeres.